miércoles, 19 de noviembre de 2008

Drogatas del movil--Juan Manuel de Prada

Este es un texto que sale en el libro de lengua de segundo de Batxiller escrito por juan Manuel de Prada para el periodico ABC el nueve de noviembre del 2002, el cual me ha hecho bastante gracia esta mañana cuando lo hemos leido y empezado a analizar en clase, por lo cual lo voy a escribir para el que quiera lo pueda leer.


El drogata del móvil es ese tipo que necesita actuar como notario constante de su propia banalidad; y así como antaño el tonto de remate hallaba desahogo a su tontería armado de una tiza que le permitiera exornar los muros con inscripciones turulatas, el tonto contemporáneo alcanza el reconocimiento a su identidad desvanecida llenando las ondas con sus ocurrencias infantiloides, mandando mensajitos oligofrénicos en los pque la parida alcanza el rango de noticiario.

Todos hemos coincidido en el tren con uno de estos mentecatos que mata el aburrimiento del viaje( que es metáfora de ese otro aburrimiento más infectante que estraga su propia vida) ensartando llamadas a su novia sin ton ni son. "Oye, que te llamo para decirte que ya hemos salido de la estación de atocha", escuchamos que dice el mentecato, cuando el tren se ha puesto en marcha, y observamos que esta precisión espacial le produce un deleite ontólogico próximo al arrobo, pues así el mentecato del móvil se siente corpóreo, tangible, existente.

Luego a los tres o cuatro minutos, el mentecato del móvil vuelve a la carga: "Nada, que te llamo para que estés tranquila. El tren parece que marcha sin retraso". Las llamadas se repiten en cada apeadero o estación; poco a poco, el mentecato del móvil va calentándose, y los dedos se le vuelven húespedes mientras golpea el teclado de su cacharrito, apedreando con mensajes de un erotismo perentorio a su novia, que está hasta la boina de este tipo plasta que la abruma con sus incontinencias verbales.

A su vez, el mentecato recibe de vez en cuando llamadas absurdas y superfluas de sus amiguetes. El vagón, poco a poco, se convierte en un pandemónium de timbrazos epilépticos, de conversaciones reiterativas y estultas( como su repertorio enseguida se agota, el mentecato repite lánguidamente las mismas memeces), de diálogos de besugo de una decrepitud lingüística que revuelve las tripas. Para el viajero afrentado por el guirigay, descabezar un sueño, avanzar en la lectura de un libro o simplemente ensimismarse en la contemplación del paisaje constituyen tareas heroicas o imposibles; cuando por fin el tren llega a su destino, el eco de esas conversaciones triviales le retumba en las meninges como un sonsonete. Pero todavía el mentecato del móvil tiene redaños para volver a combinar el número de teléfono de su novia y decirle: "Oye, que acabo de llegar, que estoy recogiendo las maletas, que estoy bajando del vagón, que estoy cogiendo el taxi". Y su novia decide que aún tiene tiempo para ponerle los cuernos con el butanero que ha venido a cambiarle la bombona.

Un texto interesante en el que describe a la gran mayor parte de la maldita sociedad en la que vivimos, por ejemplo el otro día en el autobus de vuelta a casa, yo iba agotada sentada en un asiento con la mochila en el asiento de al lado y un libro de matematicas en las manos(que raro verdad?), que exigia mi concentración total(^_^) y a traves del cual me olvidaba de los problemas, de los deberes, de las tareas de casa... cuando de repente se montan dos chavales de mi edad, o algo menos con un teléfono móvil, a todo volumen reproduciendo canciones de reggeton sin parar, insoportable, ni poniendome mi música pude evitar oir aquella música a todo volumen, y lo que iba a ser una bonita lectura de vuelta(que cursi que puedo ser) a casa se convirtio en un martirio, que les costaría usar unos malditos cascos. Con ellos evitarían que el restos de los usuarios tuvieramos que escuchar su (jodida) música que, si bien no me voy a meter con su gusto musical, era pesima,pues eso que una es una friki las tecnologias pero es capaz de respetar al resto de la gente, porque no todos pueden hacer lo mismo, umm no se si esto tiene algo que ver con el texto ya no me acuerdo de que iba,pero se que tenia que desahogarme y que mejor que aqui, que yo me mi conmigo ya que yo escribo yo soy la unica que leo.

No hay comentarios: